Es martes por la mañana y acaba de sonar la campana que marca el inicio del recreo. Un alumno le pregunta a otro si ha estudiado, y los dos entre risas acaban admitiendo que quizá deberían haber repasado un poco más. Nerviosos, pero con una sonrisa, entran a clase. Esta vez, no se trata de un examen, sino de una competición de deletreo en inglés.
Nuestros estudiantes de Primaria, como en años anteriores, han preparado durante meses el Spelling Bee. Este concurso de tan curioso nombre tiene su origen en Estados Unidos, aunque en la actualidad se ha extendido por todo el mundo.
Como hispanohablantes puede que nos sorprenda cómo una prueba de ortografía pueda ser tan popular, pero hay que recordar que, a diferencia de nuestro idioma, en el inglés hay una gran brecha entre la pronunciación y la escritura, por lo que la dificultad de esta prueba no solo reside en ser capaz de recitar el alfabeto en inglés, sino también en memorizar cómo escribir correctamente una larga lista de palabras. ¡Retos que nuestros alumnos han superado con creces!
Esta aventura daba comienzo a la vuelta de las vacaciones de Semana Santa. Desde entonces, semana tras semana y palabra tras palabra los alumnos han ido avanzando en la competición. El funcionamiento es muy sencillo: los participantes tienen dos oportunidades para deletrear una palabra correctamente.
La emoción está asegurada, ¡solo los cinco mejores de cada curso pasan a semifinal! En la gran final los campeones de 3º se enfrentan a los de 4º, y los campeones de 5º se enfrentan a los de 6º. Dos ganadores disfrutan por fin de la ansiada victoria.
El secreto mejor guardado (¡o al menos, lo era hasta ahora!) es que TODOS los participantes, se den cuenta o no, son ganadores. Disfrutar mientras se aprende es el mejor premio que se puede ganar. ¡Enhorabuena, campeones!